Epílogo de la Huelga: “Caras Vemos Corazones no Sabemos”

Artículo "Retro"
Sunday, Mar 16, 2008

Si algo se aprendí en esta huelga es quien es quien. Desde los comienzos del movimiento huelgario fueron muchas y variadas las reacciones. Algunos se expresaron en contra otros a favor y eso era de esperarse. Pero la verdad se supo el primer día de la huelga cuando en cada escuela se vio quienes estaban en la línea de piquete y quienes entraron con la ayuda de la policía.



Fueron muchas las sorpresas y decepciones. Gente que yo creía iba a estar en la línea de piquete entró, pero gente que yo creía iba a entrar se mantuvo en la línea de piquete. Maestr@s que en un tiempo militaron en piquetes anteriores entraron. Maestr@s que se alinearon con los directores y comenzaron a sabotear la huelga llamando a las casas. Maestr@s que comenzaron a llamar a l@s maestr@s que se quedaron en sus casas apoyando para meterles miedo. Esas cosas yo las esperaba de los directores pero de un@ maestr@ fue sorprendente. Pero lo más bajo, mezquino, maquiavélico y sucio fue que maestr@s se hayan prestado para llamar a los hogares de estudiantes para amenazarlos con darles mala nota si no se presentaban a la escuela o que les darían puntos extras si venían.



Tal vez por eso el gobierno se atrevió a hacer todo lo que hizo. Mientras haya maestr@s que no se den a valer ni a respetar; maestr@s que no sepan lo que es luchar por lo correcto; maestr@s que disfrutan de los beneficios de las luchas sin luchar. Mientras haya maestros que no defiendan su dignidad el gobierno tendrá el “poder” de hacer lo que quiera.



Pero aunque en los últimos días el apoyo fue mermando un grupo reducido (y dije reducido porque pequeño no es sino aquel que no se da a respetar) se mantuvo firme. El gobierno vio eso y se dio cuenta que va a tener que tratar de aplastar al magisterio en otro momento pues todavía queda dignidad y hay valor.



Luego de haber finalizado la huelga solo queda decirle a aquell@s que por una u otra razón no apoyaron que reconsideren, recuperen su dignidad. Aquellos que estuvimos en las líneas de piquete podemos entrar con la frente en alto, tenemos nuestra dignidad intacta pues le enseñamos a este gobierno que no se le va a hacer fácil humillarnos. Defenderemos los derechos de los maestros y de los estudiantes siempre. En una próxima ocasión si el gobierno intenta otra vez pisotearnos verá en nuestras caras la misma firmeza de carácter que nos sostuvo en esta huelga y tal vez lo piense.



Michael D. Castro Collazo (Prometeo)