Hace tiempo atrás trabajé en una escuela de Aguas Buenas que tenía una directora que era bien HP. Para ese tiempo yo tenía fama de guerrillero y el primer día me dijo que para ella los maestros sindicalistas "no fu ni fa". Desde entonces empezó entre ella y yo una rivalidad que se manifestaba en encontronazos en reuniones con indirectas, directas y súper directas.
Un día una actividad en dónde iban a reconocer a unas maestras por unos logros académicos. Una de ellas era su sobrina (eso es otra historia) y ella iba a ir pero las clases de su sobrina las tenían que cubrir otros maestros. Me dijo que a cierta hora me tocaba el grupo de quinto grado y que allí estaban los planes y todo lo que tenía que hacer era repetir lo que tenía el plan. Yo le dije "Yo no soy maestro de matemáticas..."
Ella bien arrogante me dijo — "A usted lo prepararon en todas las materias para escuela elemental". Tenía razón en parte. Yo tomé clases generales de todas las materias pero mi especialidad era INGLÉS. Las matemáticas para mi siempre han sido un problema.
Antes de irse me dijo — "Quiero que de la clase ¿OK?"
Yo le dije — OK...
Subí al salón de la maestra y recibí al grupo. La lección ese día eran fracciones. Lo único que yo entiendo de fracciones es como dividir una pizza. Ese día había que sumar fracciones y yo no sabía tres c... de eso. Pero ella quería que diera clase.
Me di cuenta que algo había mal cuando uno de los muchachos me pregunta algo, yo le explicó y una de las estudiantes me dice "Pero mister eso no es lo que dijo Misis ..." Yo me encogí de hombros y le dije "Así lo entiendo yo".
Pasé la clase respondiendo dudas con lo poco que sabía de fracciones (nada). Las caras de los estudiantes me decían que ellos no estaban muy seguros que yo supiera de matemáticas pero siguieron apuntando en sus libretas.
Al otro día la maestra vino histérica al salón donde yo estaba. — "¿Mister que usted le enseñó a los estudiantes míos?"
— Pues matemáticas. Eso fue lo que me mandó la directora. — Le dije.
— ¡Pero es como si hubieran retrocedido un año!
—Bueno Misis, yo le dije a la jefa que yo no sabía de matemáticas y ella insistió así que hice lo que pude.
Ella dió un suspiro desesperado y se fue.
Desde ese día. No me volvieron a poner a atender a estudiantes de otra maestra.
