Aquí en Puerto Rico se pretende enmarcar a los maestros en un molde pedagógico. Se pretende que hagamos lo que nos digan desde las oficinas centrales del Departamento de Educación. Que planifiquemos de acuerdo a sus guías y enseñemos de la manera que ellos quieren.
El estado tiene ciertamente un rol en el proceso educativo pero no debe ser el de planificador. Pretender meter en un molde a todos los maestros es cortar la creatividad y un maestro que no puede ejercer su creatividad transmitirá el estancamiento creativo a sus estudiantes.
Fue con agrado que leí que en Finlandia, uno de los países cuyo sistema educativo es altamente efectivo, tiene entre sus componentes esenciales el permitirle a los maestros libertad a la hora de hacer sus clases. Se les da autonomía docente.
Aquí la tenemos en los papeles de la Ley 149 pero a la hora de la práctica no se le permite a los maestros ejercerla en realidad. Si se nos permitiera más autonomía y se relajaran más las exigencias en hacer largos planes que en poco aportan al aprendizaje de los estudiantes tal vez veamos resultados. Mientras tanto sigamos en el molde cuadrado esperando que los estudiantes salgan circulares.
Otras cosas que podemos aprender del modelo educativo finlandés:
- El kindergarden es un lugar para "aprender a aprender". No se formaliza la educación.
- El sistema educativo está descentralizado.
- A los maestros se les paga el almuerzo.
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