- ¿Cómo inició la lucha de la CNTE contra la reforma educativa de Peña Nieto?
– La reforma educativa es una reforma administrativa y liberal, una imposición que no se consensuó con ningún maestro o maestra. Nosotros iniciamos nuestra lucha en el 2013, cuando realizamos nuestro primer plantón.
En el 2015 establecimos un pliego de discusión con el gobierno que incluía la aparición con vida de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, la derogación de los artículos a la reforma en función de los artículos 72 y 73 de la Constitución, la libertad de nuestros presos políticos, la atención de un modelo de educación alternativo y la atención a los derechos de los maestros y maestras, entre otros puntos.
Ese año se realizó una primera mesa donde no se pudo alcanzar un acuerdo, fundamentalmente porque el gobierno no podía asumir compromisos con el tema de los 43 estudiantes, porque no tenían otra respuesta. La mesa no continuó.
Ahí vino el tema de la Ley de Evaluación, que es un instrumento con el cual el gobierno busca medir lo que nosotros, dicen ellos, sabemos como maestros y maestras para poder estar frente a un grupo de niños. Con esta implementación entendemos que se ejerce una represión administrativa y laboral por parte del gobierno.
Desde el mes de noviembre de 2015 iniciamos una batalla donde nosotros los maestros decimos que no aceptamos que se nos aplique esta evaluación, que es punitiva y que nos pone en riesgo. En ese mes comenzaba el primer calendario de evaluaciones. Entonces los compañeros nos empezamos a organizar, no solamente en la CNTE sino en todo el país. En algunos estados comienzan a cerrar las sedes educativas y entonces se vienen las primeras represiones. Pusieron una gran cantidad de fuerzas policíacas para “cuidar”, como dicen ellos, “el proceso de evaluación”.
En febrero de 2016 se dio el segundo proceso de evaluación al que llegamos mucho más organizados. Pero el gobierno también incrementó mucho más la fuerza policíaca y ahí tuvimos los primeros dos compañeros caídos, en Guerrero, otro compañero en Chiapas y en Oaxaca ya tuvimos los primeros maestros encarcelados.
Ahí es cuando definimos como CNTE que vamos a ir a una lucha organizada y al paro indefinido. El 15 de mayo salimos en una marcha, no para festejar el “Día del Maestro” sino para iniciar el paro. Desde ese día le exigimos al gobierno que abra una mesa de diálogo para discutir el tema de la evaluación y de la reforma educativa en general.
Desde el gobierno salieron a decir que no nos iban a atender, que no hay ninguna posibilidad de diálogo. El único diálogo que se podía dar era si nosotros regresábamos a nuestros estados y retomábamos las tareas.
- ¿Cómo se dio el apoyo de otros sectores de la sociedad mexicana?
– Nosotros definimos no abandonar la lucha porque sabemos que lo que está de por medio es una reforma que no sólo violenta los derechos de los maestros sino también los de los niños que recurren a la educación gratuita. Realizamos dos plantones frente a la secretaría de Educación, de los cuales fuimos desalojados y reprimidos en varias ocasiones. Desde el segundo plantón nos encontramos realizando un campamento que aún se mantiene.
Para todo esto, la movilización ya ha crecido bastante, con la adhesión de muchos organizaciones sociales y sindicales, con mucho apoyo a nivel nacional e internacional.
En varios estados ha crecido mucho la indignación, porque lo que está en juego no es sólo la reforma educativa sino que tiene que ver con un manojo de reformas estructurales que se implementan a partir del mal llamado “Pacto por México”. Esto es un pacto entre todos los partidos políticos que se unen y deciden aplicar todas estas reformas en México para tener “un mejor desarrollo”. Pero eso no es así porque el país sigue hundido en la pobreza, la miseria y no se ven posibilidades de salir. Entonces todo esto crece en todos los estados y con muchas movilizaciones impulsadas incluso por los padres de familias.
El gobierno se ha mantenido en la misma línea, aunque hubieron también muchos intelectuales, académicos y personas de la cultura que se pronunciaron en contra de la reforma. También porque esta reforma no tiene realmente ningún contenido pedagógico que realmente sirva hacia el pueblo de México. Al contrario, tiene un modelo que obedece a un perfil de lo que esperan las empresas. Esta situación nos demuestra que vamos por lo correcto y que no vamos a permitir que la educación se privatice de esta forma o que el modelo educativo sea el que le conviene a los grandes empresarios.
- ¿En qué situación se encuentra la lucha de la CNTE actualmente?
– Todo esto se puso complicado en las semanas pasadas cuando las comunidades de Oaxaca se suman a la lucha y empiezan a defender a sus maestros. Y esto tiene consecuencias graves que ustedes ya han visto. El número de muertos ha ascendido a once personas.
Es indignante lo que pasa porque aún con todo lo que está pasando el gobierno se atreve a preguntarnos de qué nos estamos quejando y a decir que los muertos no son maestros. Eso para nosotros es lamentable y vemos que es un gobierno que no tiene respeto a la humanidad.
Esto tiene que ver con que los padres de familia decidieron salir a defender a la educación pública y ahí están las consecuencias. Hay otras consecuencias también, como el encarcelamiento de algunos compañeros de la sección XXII de la CNTE la semana pasada. Los detienen un día y al otro día los llevan, curiosamente, a la cárcel de más alta seguridad del país, donde estuvo el Chapo Guzmán. Estos compañeros están luchando por la educación pública, no están cometiendo ningún delito. El gobierno les está imputando cargos que son muy exagerados. En Michoacán detuvieron recientemente a nuestro dirigente de la sección XVIII.
En la noche del 22 de junio se instaló una mesa de diálogo con el gobierno en la que esperamos tener primeramente respuesta sobre la reforma educativa y además que se merme la represión que hay contra los profesores y los maestros. También estamos exigiendo la libertad de los compañeros que aún están presos y que se inicien los procesos de justicia por las personas que fueron asesinadas en estos días.
Estamos siendo perseguidos, estamos siendo golpeados, estamos siendo asesinados. Si ellos estuvieran aplicando la reforma educativa que prometieron en campaña electoral no deberían estar utilizando la fuerza pública para aplicarla.
Juliana Arens
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