1. El gobierno las patrocina y dice que son buenas y la realidad los contradice.
2. Los estudiantes que las toman se fatigan mentalmente por tomarlas.
3. Los maestros tienen que administrarlas, se les reposnsabiliza por como salgan los estudiantes pero NO TIENEN VOZ NI VOTO PARA PREPARARLAS. Ni siquiera saben que preguntas vendrán.
4. Los padres envían a sus hijos a tomarlas a pesar de que saben que sus hijos NO quieren tomarlas pero lo hacen por desinformación y miedo.
5. Los estudiantes están cansados de tomar tantas pruebas y el cansancio lleva a apatía y la apatía al desánimo y el desánimo a pobre aprovechamiento académico.
6. No existe evidencia de que las pruebas aporten a una mejoría en el desempeño académico.
7. Las pruebas le quitan el gusto por aprender a muchos.
8. Las pruebas crean división de clases entre los pocos estudiantes que las pasan y los que no. Unos se sienten superiores a otros.
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